Como es bien sabido, no soy de viajar
mucho, con suerte viajo una vez al año y odio rotundamente viajar en
avión. Irónicamente mi papá era piloto comercial y mi mamá
trabaja en turismo hace más de 30 años. Pero bue, no me tocó el
gen de los viajes parece.
Me encanta viajar, no pasa por ahí,
solo que el sogüetismo no me permite viajar tan a menudo como
quisiera y aunque me encante el hecho de viajar y conocer algún
lugar nuevo, la parte que odio es estar en un avión.
Lo que sí que la semana pasada por
motivos laborales me tocó ir a Montevideo, nunca antes había estado
ahí.
Una mezcla de sentimientos, ya que
también era la primera vez que viajaba sin mi hijo de 6 años, la
primera separación.
El viaje empezó embarcando al avión
tomándome tranquilizantes naturales en exceso a ver si eso calmaba
mis miedos (menos mal eran naturales, sino ya moría de sobredosis).
De igual manera, tan naturales que no hicieron mucho efecto. Me subí
a un avión de una línea aérea relativamente nueva, el único que
actualmente hace el trayecto Asunción-Montevideo sin escalas. Quiero
destacar que el avión era pequeñito, ni idea el modelo, pero chico.
De por sí uno se siente inseguro volando por el cielo cuando
claramente no es algo natural como para volar en algo minúsculo.
Para sumar a mi pánico, había mal tiempo tanto en Asunción como en
Montevideo, o sea que decir que el trayecto fue horrible para mi no
llega a describir lo mal que la pasé durante todo el vuelo (se me
llegó a acalambrar las manos de tan fuerte que me atajaba al
asiento, lloré, sudaba frío y rezaba desde el Padre Nuestro al
Ángel de la Guarda). Dos horas y media de agonía. Igual intentaba
disimular y creo que lo logré bastante bien. Estadísticamente es
más seguro volar en avión que ir en auto, pero tendrá algo que ver
que uno viaja en auto muchas más veces de lo que viaja en avión?
Bueno, sobreviví el vuelo y llegué a
migraciones agradecida de haber llegado sana y salva. Yo feliz
entrego mis papelitos al tipo y le digo “te paso mi documento”
mientras buscaba en algún rincón de mi cartera, y el tipo me
responde “ y.. más vale.. sino como voy a saber quien sos?..
Verdad?.. Es así, no?”, desconcertada le miro y no le digo más
nada, me superó un poco, después me pregunta mi número de vuelo,
no tenía mi boleto conmigo o sea que no sabía que número de vuelo,
entonces agarra el teléfono y llama a alguien y pregunta “me podés
decir por favor que número es el VUELITO este que llegó de
Paraguay”, no se si fueron los tranquilizantes en exceso o que pero
me bloquee y no le dije absolutamente nada! Todo el camino al hotel
me pasé inventando insultos que le podía haber tirado y
cabreadísima que no se me ocurrió en el momento nada que decirle. Y
ese fue mi “Bienvenida a Uruguay” pero todo fue cuesta arriba a
partir de ahí.
Realmente Montevideo es hermoso, pasé
más que bien, conocí gente buenísima y gané mucha experiencia en
este nuevo rumbo laboral que recientemente tomé.
Nada más acertado como decir que salí
totalmente de mi zona de comfort durante todo el viaje. Pero valió
100% la pena. Feliz :)
Viste cuando empezas a escribir y
perdes totalmente el rumbo de lo que querías inicialmente escribir?
Es más, ya ni me acuerdo.
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